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Calle Capataz Juan Rodríguez

Prisionera (1928) 

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La denominación recuerda al bodeguero jerezano Juan Rodriguez, que, a partir de su llegada a Montilla en 1905, para hacerse cargo del negocio vitivinícola del conde de la Cortina, desarrolló una reconocida labor pionera en la en el tradicional, tratamiento artesano del vino de Montilla a través del ensoleraje en el conjunto de naves que, desde primeros del siglo XX  integran la bodega monumental de Alvear.

Las relaciones de la zona vitivinícola Montilla Moriles con la industria del vino gaditana está aún por estudiar. Sin duda, un personaje clave en dicha relación fue Juan Rodríguez Reguera (1871-1932), un hombre que, en mi opinión, no ha sido valorado en toda su magnitud.

Para conocer la importancia del jerezano en la industria cordobesa tenemos el testimonio de dos renombrados bodegueros de su época: Francisco de Alvear, conde de la Cortina y Luis Albornoz, iniciador de las desaparecidas bodegas Tomás García.

Los inicios del siglo XX fueron años decisivos para Montilla y para la campiña cordobesa en general. En esta época, se produjo una lenta recuperación tras la terrible plaga de filoxera que asoló los viñedos de estas tierras durante las últimas décadas del siglo XIX. El conde de la Cortina, que se había hecho cargo de los negocios familiares, tras la muerte de su padre en 1894, se había convertido en un magnífico agricultor, pero carecía de los conocimientos necesarios para sacar adelante su bodega. Por otro lado, tras la muerte en 1906 de su tía Sabina, recibió una importante herencia que le permitía tener liquidez para realizar grandes inversiones. Es en este contexto cuando se produce la llegada a Montilla de Juan Rodríguez.

Fuente: Garramiola, E. 1997. Callejero y Memoria íntima de Montilla. Ed. Nuestro ambiente. Montilla

No era capataz, sino enólogo, lo trajo el Conde de la Cortina de Jerez para profesionalizar la elaboración del vino. Era abuelo de Rafael Rodríguez Portero nuestro ilustre paisano, escultor y pintor, que fue profesor en le Escuela Mateo Inurria de Córdoba al igual que mi amigo Paco Salido, el hijo del Tallista del que fui alumno de dibujo no hace muchos años.

Desde su esquina se contemplan las Bodegas Navarro, de las más antiguas de Andalucía junto a las de Alvear. En su patio hemos disfrutado muchas veces en la Fiesta de la Vendimia del Pregón o de la Cata.

Fuente: Como el velo de flor. Manuel Cobos

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